La economía austríaca se estancó trimestre a trimestre en los tres meses que finalizaron en diciembre de 2024, tras una contracción del 0,1% en el período anterior, según estimaciones preliminares.
Esta estabilidad se debió principalmente a un repunte en el gasto de los hogares (0,3% frente a -0,2% en el tercer trimestre), que fue contrarrestado por una disminución en los gastos del gobierno (-0,2% frente a 0,6%).
Mientras tanto, la formación bruta de capital fijo continuó creciendo, aumentando a un ritmo más rápido de 0,5%, comparado con el 0,4% en el tercer trimestre.
La demanda externa neta afectó negativamente al PIB, ya que las exportaciones cayeron un 1,6% (frente a -0,6%), mientras que las importaciones disminuyeron en un 1,2% más moderado (frente a 1,1%).
En el lado de la producción, los servicios relacionados con el consumo mostraron mejoras, mientras que los sectores industrial y de la construcción continuaron mostrando debilidad.
Para todo el año, el PIB de Austria se contrajo un 1%.