La economía de Islandia se contrajo un 0,5% interanual en el tercer trimestre de 2024, tras un crecimiento revisado del 0,2% en el período anterior.
La demanda externa neta contribuyó negativamente al PIB, ya que las exportaciones (-2,2% frente a -2,1% en el segundo trimestre) cayeron mucho más rápido que las importaciones (-0,7% frente a 2,9%).
Además, las inversiones fijas aumentaron a un ritmo más lento (2,3% frente a 5,1%), arrastradas por una menor inversión en el sector empresarial (-0,2% frente a 7,4%).
Por otro lado, el consumo de los hogares repuntó (0,8% frente a -0,5%) y el gasto público aumentó (3,1% frente a 2,8%).
En términos ajustados estacionalmente y sobre una base trimestral, el PIB cayó un 1,1% en el trimestre de septiembre, después de una expansión revisada del 1,5% en el trimestre anterior.