Moody's Ratings revisó la perspectiva de Kenia a ""positiva"" desde ""negativa"", citando una posible reducción en los riesgos de liquidez y una mayor asequibilidad de la deuda con el tiempo.
La agencia destacó que la baja inflación y un tipo de cambio estable podrían llevar a una mayor disminución en los costos de endeudamiento interno, ya que los efectos de los recortes previos en las tasas de política monetaria continúan reduciendo las tasas de interés a largo plazo.
También señaló que un nuevo programa del Fondo Monetario Internacional (FMI) reforzaría la financiación externa de Kenia, con prestamistas multilaterales como el Banco Mundial que siguen siendo fuentes clave de financiación incluso sin el apoyo del FMI.
Moody's afirmó las calificaciones de emisor a largo plazo en moneda local y extranjera para Kenia en ""Caa1"".
Mientras tanto, Standard & Poor's mantiene la calificación crediticia de Kenia en B- con una perspectiva estable.