La tasa de inflación anual en los Países Bajos se confirmó en 2.9% en julio, disminuyendo desde el 3.1% del mes anterior.
Esto marcó la tasa más baja desde mayo de 2024, impulsada por aumentos de precios más lentos en vivienda y servicios públicos (4.7% vs 4.9% en junio) y bebidas alcohólicas y tabaco (1.8% vs 5.3%).
Sin embargo, la inflación aumentó para alimentos y bebidas no alcohólicas (4.7% vs 4.4%), transporte (1.0% vs 0.8%), y tapicería y electrodomésticos (3.4% vs 0.8%).
La inflación en salud se mantuvo estable en 3.4%.
Mientras tanto, los precios de ropa y calzado disminuyeron a un ritmo más rápido (-1.8% vs -1.1%).
La inflación subyacente, que excluye energía, alimentos, alcohol y tabaco, se desaceleró a 2.9% desde el 3.0% en los dos meses anteriores, marcando el nivel más bajo en 14 meses.
Mensualmente, el IPC aumentó un 1.3% en julio, el aumento más pronunciado desde el mismo mes del año pasado, tras una lectura plana en junio.
Mientras tanto, los precios armonizados al consumidor (utilizados para comparaciones de la UE) aumentaron un 2.5% interanual, frente a un aumento del 2.8% en el período anterior.