El Banco Nacional de Hungría mantuvo estable su tasa de interés clave en 6.50% durante su reunión de febrero de 2025, como ampliamente anticipado, en medio de crecientes preocupaciones sobre las presiones inflacionarias.
En enero, el banco central adoptó una postura más hawkish, endureciendo su orientación de política monetaria tras un aumento en la inflación, descartando efectivamente recortes de tasas en el futuro cercano.
La inflación de precios al consumidor se aceleró al 5.5% en enero, el nivel más alto desde diciembre de 2023, mientras que la inflación subyacente subió a un máximo de 12 meses del 5.8%, ambos permaneciendo muy por encima del objetivo del 3% del banco central.
Además, las tasas de interés de los depósitos bancarios centrales durante la noche y los préstamos colateralizados durante la noche se mantuvieron sin cambios en 5.5% y 7.5%, respectivamente.