El Banco Central de Filipinas redujo su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos, llevándola al 5.5% en su reunión de política de abril de 2025, alineándose con las expectativas del mercado.
La medida fue impulsada por una inflación en descenso, con los precios al consumidor aumentando solo un 1.8% interanual en marzo, el ritmo más lento desde mayo de 2020 y por debajo del rango objetivo del banco central del 2% al 4%.
El recorte de tasas también buscó apoyar la economía en medio de crecientes tensiones comerciales globales, que han generado preocupaciones sobre una desaceleración económica más amplia.
La economía filipina se expandió un 5.7% revisado en 2024, ligeramente por debajo de los objetivos del gobierno debido a las interrupciones relacionadas con tifones que debilitaron el gasto del consumidor.
Mientras tanto, las tasas de las facilidades de depósito y préstamo a un día también se redujeron al 5% y 6%, respectivamente.