La economía portuguesa se contrajo un 0,5% en el primer trimestre de 2025, la mayor caída en cuatro años, tras una expansión del 1,4% en el período anterior y en línea con la primera estimación.
La contribución de la demanda externa neta se volvió negativa, pasando de +0,7 puntos porcentuales a -0,7 puntos porcentuales.
Este cambio refleja una disminución del 0,4% en las exportaciones de bienes y servicios y un aumento del 1% en las importaciones.
Mientras tanto, la contribución positiva de la demanda interna disminuyó a 0,1 puntos porcentuales, frente a los 0,7 puntos del trimestre anterior, impulsada por una caída del 1,1% en el consumo privado.
Por otro lado, la inversión creció un 3,8%, impulsada por una contribución positiva de los inventarios debido a un efecto de reposición de existencias vinculado a mayores importaciones de bienes.
En términos interanuales, la economía portuguesa se expandió un 1,6% en el primer trimestre de 2025, desacelerándose desde un aumento del 2,8% en el cuarto trimestre de 2024, en línea con las estimaciones iniciales.