El Banco Central de Turquía mantuvo su tasa de interés de referencia en el 46% en su reunión de junio de 2025 tras el inesperado aumento de 350 puntos básicos desde su última decisión, alineándose con las expectativas del mercado.
Los responsables de la política en la autoridad monetaria señalaron que las presiones inflacionarias se han aliviado desde abril, mientras que los riesgos contra el crecimiento turco eran más pronunciados, en gran parte debido a la mayor incertidumbre en la macroeconomía global debido a políticas comerciales proteccionistas y tensiones geopolíticas.
El banco central señaló que el nivel actual de tasas de interés también es lo suficientemente alto como para evitar una mayor presión sobre sus cuentas de capital que podría desencadenar caídas en la lira.
La estabilidad del tipo de cambio fue previamente señalada como una prioridad para el banco central, que aumentó agresivamente las tasas de interés en abril después de que conflictos políticos entre el presidente Erdogan y el alcalde de Estambul provocaran una caída en la moneda nacional.