La tasa de inflación anual de Uruguay se redujo a 4.59% en junio de 2025, frente al 5.05% de mayo, marcando el ritmo más lento desde mayo de 2024.
La desaceleración fue impulsada por aumentos de precios más lentos en alimentos y bebidas no alcohólicas (4.18% vs 4.74%), vivienda y servicios públicos (4.22% vs 4.27%), transporte (2.91% vs 4.37%), y recreación y cultura (4.59 vs 6.49).
Mientras tanto, la ropa y el calzado (-0.99% vs -1.16%) mostraron una desaceleración en la deflación.
En contraste, los precios aumentaron más rápido en restaurantes y servicios de alojamiento (6.97% vs 6.68%).
El IPC registró una variación mensual de -0.09%, reflejando caídas estacionales, especialmente en productos frescos.
La inflación acumulada en lo que va del año alcanzó el 2.73%, manteniéndose cómodamente dentro del rango objetivo del banco central del 3–6%.