El Banco Central de Uzbekistán mantuvo su tasa de interés clave sin cambios en 13,5% por cuarta vez consecutiva durante su reunión de enero de 2025.
Esta decisión refleja la necesidad de gestionar las expectativas de inflación persistentemente altas a pesar de que la inflación general se redujo al 9,8% en diciembre, impulsada por la estabilización de los precios de los alimentos.
Sin embargo, la inflación subyacente aumentó ligeramente al 7,2%, impulsada por una fuerte demanda agregada debido al crecimiento de los salarios, las remesas y el robusto consumo.
Los responsables de la política proyectan que la inflación disminuirá al 7-8% para finales de 2025 a medida que se desvanezcan los efectos de la liberalización de los precios de la energía en 2024, aunque factores estacionales de oferta y el aumento de los precios de importación de alimentos podrían plantear desafíos.
Mientras tanto, se pronostica que el crecimiento del PIB del país se mantendrá sólido en torno al 6% este año, respaldado por una alta inversión privada y actividad económica.
La política monetaria restrictiva tiene como objetivo equilibrar la demanda agregada, fomentar el ahorro y reducir las presiones inflacionarias, con el banco reafirmando su objetivo a medio plazo de una inflación del 5%.