La economía alemana se contrajo un 0,2% en el último trimestre de 2024, tras una expansión del 0,1% en el tercer trimestre y peor que las previsiones de una caída del 0,1%, según estimaciones preliminares.
Las exportaciones fueron significativamente más bajas, compensando un aumento en el consumo privado y gubernamental.
Interanual, el PIB también se contrajo un 0,2%.
Considerando el 2024 completo, la economía alemana se redujo un 0,2%, tras una caída del 0,3% en 2023.
Para 2025, el gobierno revisó a la baja sus previsiones de crecimiento para 2025, de 1,1% a 0,3%.
El ministro de Economía afirmó que es cada vez más evidente que Alemania enfrenta desafíos estructurales arraigados, incluidos la escasez de mano de obra calificada, la burocracia excesiva y la débil inversión tanto en el sector privado como en el público.
La economía enfrenta desafíos considerables, incluidos los precios energéticos en aumento, la débil demanda externa y una disminución de la competitividad.
Con elecciones parlamentarias programadas para febrero, es probable que los líderes empresariales pidan una reducción de los precios energéticos y los impuestos.