El PMI S&P Global de Singapur cayó a 49.9 en enero de 2025, desde 51.5 en diciembre, marcando la primera contracción del sector privado en casi dos años, aunque marginal.
La propagación de COVID-19 impactó negativamente en la producción y los nuevos pedidos, ambos disminuyendo por primera vez en más de dos años.
La actividad de compras cayó por tercer mes consecutivo, lo que llevó a la mayor caída de inventarios desde diciembre de 2022, mientras que el empleo disminuyó por segundo mes, siendo los trabajadores a tiempo parcial los más afectados.
Mientras tanto, los tiempos de entrega de los proveedores se alargaron por decimoctavo mes consecutivo a pesar de la menor demanda.
En cuanto a los precios, los costos de los insumos aumentaron bruscamente, aunque la inflación se moderó a un mínimo de cuatro meses debido a mayores costos de envío, transporte y mano de obra.
Los precios de venta también aumentaron, pero a un ritmo más lento.
De cara al futuro, la confianza empresarial cayó a un mínimo de dos años, aunque las empresas permanecieron optimistas sobre el crecimiento futuro de la producción ante las esperanzas de una mejora de la demanda.