El Índice Compuesto de Sentimiento del Consumidor de Corea del Sur subió a 110.8 en julio de 2025, frente a 108.7 en junio, marcando el cuarto aumento mensual consecutivo y la lectura más alta desde enero de 2018.
La mejora refleja un optimismo creciente impulsado por el gobierno recién elegido y las expectativas de estímulo económico, incluido un presupuesto suplementario planificado.
La confianza fue respaldada además por las intensas negociaciones comerciales con EE.
UU.
antes de la fecha límite arancelaria del 1 de agosto, ya que el asesor de seguridad nacional de Seúl participa en conversaciones de alto nivel en Washington, con otra ronda programada para el 25 de julio.
Todos los componentes principales del índice registraron aumentos, incluidas las opiniones sobre los niveles de vida, los ingresos familiares, el gasto del consumidor y la economía nacional en general.
A pesar de las incertidumbres globales, las expectativas de inflación se mantuvieron estables, con proyecciones a uno, tres y cinco años ancladas en 2.4%.
Los datos señalan un moral del consumidor resistente respaldado por la estabilidad política y una perspectiva de políticas en mejora.