El Banco de Corea (BoK) inesperadamente mantuvo su tasa de interés clave en 3% durante su reunión de enero de 2025, desafiando las expectativas del mercado de un recorte de 25 puntos básicos.
Esta decisión se produjo en medio de un won débil, que se ha estado depreciando debido a la fortaleza global del dólar, así como a la inestabilidad política en el país, llevando la moneda a su nivel más bajo en 15 años.
Los responsables de la política señalaron que, aunque la inflación se ha estabilizado y la deuda de los hogares está desacelerándose, los riesgos a la baja para el crecimiento económico han aumentado.
La evidencia de esto incluye una recuperación en el consumo que se está ralentizando, una inversión en construcción estancada y un mercado laboral debilitándose.
Se espera que la perspectiva de crecimiento del PIB caiga por debajo de las previsiones de noviembre del 2.2% para el año pasado y del 1.9% para este año.
Mientras tanto, la inflación permanece estable y se espera que continúe, pero los tipos de cambio elevados podrían ejercer presión al alza.