El Banco de Corea (BoK) mantuvo su tasa base sin cambios en 2.50% durante su reunión de julio de 2025, tras un recorte de 25 puntos básicos en mayo, como se esperaba ampliamente.
La decisión tiene como objetivo garantizar la estabilidad financiera ante la amenaza de aranceles de EE.
UU., el aumento de los precios de las viviendas y la creciente deuda de los hogares.
Los responsables de la formulación de políticas mantuvieron sus previsiones de inflación, proyectando tanto la inflación general como la núcleo en 1.9% para el año.
Mientras tanto, la inflación real subió ligeramente a 2.2% en junio, permaneciendo cerca del objetivo a medio plazo del BoK del 2%.
Se espera que el crecimiento económico siga siendo moderado durante algún tiempo, con una incertidumbre elevada en torno a las negociaciones comerciales globales.
En su reunión de mayo, el BoK revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para 2025 al 0.8%, desde el 1.5% proyectado en febrero.
Desde octubre pasado, el banco central ha recortado las tasas en un total de 100 puntos básicos para apoyar la economía, llevando los costos de endeudamiento a su nivel más bajo desde septiembre de 2022.
El PIB de Corea del Sur se contrajo un 0.2% trimestral en el primer trimestre de 2025.