La inflación anual de España aumentó al 2,3% en junio de 2025, ligeramente por encima de la estimación preliminar del 2,2%, rompiendo una racha de tres meses de desaceleración.
Este aumento reflejó una presión al alza más fuerte de la vivienda y los servicios públicos (4,2% frente al 3,8% en mayo) y los precios de alimentos y bebidas (2,8% frente al 2,5%), y una caída más suave en el costo del transporte (-0,8% frente al -2,0%).
La tasa central, excluyendo elementos volátiles como alimentos y energía, se situó en el 2,2% en junio, sin cambios respecto al mes anterior y confirmando la estimación inicial.
Considerando la armonizada con la UE, el IPC aumentó un 2,3% en el año, superando la lectura preliminar del 2,2%, y aumentó un 0,7% en el mes, también por encima de la estimación anterior del 0,6%.
Mensualmente, los precios al consumidor aumentaron un 0,7% en junio, marcando el mayor aumento desde abril de 2024, ligeramente por encima de la estimación preliminar del 0,6% y acelerando desde el aumento del 0,1% en mayo.