La inflación anual de los precios al consumidor en España se aceleró al 2,7% en julio de 2025, frente al 2,3% de junio y ligeramente por encima de las expectativas del mercado del 2,6%, según una estimación preliminar.
Esto marca la tasa de inflación más alta desde febrero, impulsada principalmente por un aumento en los precios de la electricidad, en contraste con la caída registrada en julio de 2024.
Los precios de los combustibles también contribuyeron a la presión al alza, aumentando más que en el mismo mes del año pasado.
Mientras tanto, la inflación subyacente, que excluye componentes volátiles como alimentos y energía, subió al 2,3% desde el 2,2% del mes anterior, alcanzando su nivel más alto en tres meses.