La tasa de inflación subyacente anual en la Eurozona, que excluye los precios de la energía, alimentos, alcohol y tabaco, se situó en un 2.4% en marzo de 2025, en línea con la estimación preliminar y por debajo de las expectativas iniciales del mercado del 2.5%.
Fue la tasa más baja desde octubre de 2021, lo que abre espacio para que el Banco Central Europeo flexibilice la política monetaria y atienda las preocupaciones de crecimiento.
Respecto al mes anterior, los precios al consumidor subyacentes aumentaron un 1%.