La tasa de inflación subyacente anual en la Eurozona, que excluye los precios de la energía, alimentos, alcohol y tabaco, cayó al 2.3% en mayo de 2025 desde el 2.7% del mes anterior, alineada con las estimaciones preliminares y por debajo de las expectativas iniciales del mercado del 2.5%.
Aunque se mantuvo por encima del objetivo del 2%, fue la tasa más baja desde octubre de 2021, fortaleciendo los llamados de los miembros dovish del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo para flexibilizar la política monetaria y atender las preocupaciones de crecimiento.