Los funcionarios del BCE realizaron un octavo recorte consecutivo de tasas de interés el mes pasado para salvaguardar las expectativas de inflación y prevenir un endurecimiento injustificado en las condiciones financieras, según las actas de la reunión del 3 al 5 de junio.
Los responsables de la política citaron condiciones globales "altamente inciertas", con tensiones comerciales persistentes que probablemente continuarán y posiblemente se intensificarán.
En medio de esta incertidumbre y el riesgo de choques inflacionarios en cualquier dirección, los funcionarios enfatizaron la importancia de mantener la flexibilidad y evitar una orientación firme hacia adelante.
Una pausa en julio se ha vuelto cada vez más probable, con la mayoría de los funcionarios señalando una preferencia por esperar datos más claros y desarrollos en las negociaciones comerciales globales antes de actuar nuevamente.
Se proyecta que la inflación caerá por debajo del objetivo del 2% del BCE a finales de este año y se mantendrá moderada durante alrededor de 18 meses, debido al euro fuerte, los precios más bajos de la energía y las importaciones baratas de China.
Ahora los mercados esperan solo un recorte más de tasas para fin de año, con un posible cambio hacia un endurecimiento a finales de 2026.