El Banco de México redujo su tasa clave en 50 puntos básicos al 8.50% el 15 de mayo, ya que la inflación anual disminuyó a 3.93% en abril y la economía doméstica registró una modesta expansión del 0.2% trimestral tras una debilidad anterior.
El comunicado indicó que la Junta podría seguir calibrando recortes similares de 50 puntos básicos, anticipando que el proceso de desinflación permitirá un ciclo de alivio adicional manteniendo una postura restrictiva.
Sin embargo, el banco central permanece cauteloso ante la elevada incertidumbre global, que va desde las tensiones comerciales de EE.
UU.
hasta los conflictos geopolíticos, que podrían reavivar la inflación a través de la depreciación del peso o profundizar la desaceleración económica.
Aunque se avanza hacia la meta de inflación del 3%, con previsiones que apuntan a la convergencia para el tercer trimestre de 2026, los miembros subrayaron la importancia de un marco de política flexible para gestionar las expectativas de inflación y preservar la estabilidad financiera, especialmente dada la reciente apreciación del peso.