El Banco de Rusia mantuvo su tasa de interés clave sin cambios en el máximo histórico del 21% en su reunión de diciembre, sorprendiendo a los mercados que esperaban un aumento de 200 puntos básicos al 23%.
La decisión se tomó tras informes de que la gobernadora del Banco Central de Rusia, Nabiullina, habló recientemente con el presidente Putin y líderes empresariales rusos, quienes se han manifestado en contra de las altas tasas de interés a pesar de la inflación creciente.
El banco central citó la baja actividad crediticia como motivo para pausar los aumentos de tasas, pero reiteró que la inflación subyacente seguía aumentando debido a las mayores expectativas de los hogares y las empresas, lo que elevó la previsión de inflación del banco para 2025 y 2026.
El banco central también señaló que la significativa debilidad del rublo, el gasto presupuestario desequilibrado y la crisis continua en la fuerza laboral contribuyeron al aumento de la inflación.
Los datos de noviembre mostraron que la inflación anual estaba en el 8,9%, pero las primeras previsiones del Banco Central indican que la cifra de diciembre rondará el 9,5%, lo que sería el nivel más alto desde febrero de 2023.