El Banco de Rusia mantuvo su tasa de interés clave sin cambios en un récord del 21% el 25 de abril de 2025, alineándose con las expectativas del mercado.
El banco central señaló que, aunque las presiones inflacionarias, incluida la inflación subyacente, están disminuyendo gradualmente, siguen siendo elevadas.
También advirtió que una mayor desaceleración en el crecimiento económico global y una caída en los precios del petróleo, especialmente en medio de crecientes tensiones comerciales, podrían aumentar la presión inflacionaria a través de la dinámica del tipo de cambio del rublo.
Mientras tanto, el banco central espera que la inflación se desacelere a un 7.0–8.0% en 2025 y regrese al 4.0% para 2026.
En marzo, la tasa de inflación anual de Rusia aumentó al 10.3%.
El banco central dejó sin cambios su pronóstico de crecimiento económico para 2025 en un 1%–2% y reafirmó que la política monetaria seguirá siendo restrictiva por un período prolongado para asegurar que la inflación regrese a su objetivo.