El PMI del Banco Riyad de Arabia Saudita subió a un máximo de tres meses de 57,2 en junio de 2025, frente a 55,8 en mayo, señalando una mejora sólida en las condiciones del sector privado no petrolero.
El aumento fue impulsado por una fuerte demanda interna, nuevos comienzos de proyectos y esfuerzos de marketing mejorados.
Los nuevos pedidos registraron el crecimiento más rápido en cuatro meses, y las empresas ampliaron la contratación al ritmo más rápido desde mayo de 2011 en respuesta a la creciente carga de trabajo.
La actividad de compras también se disparó, alcanzando un máximo de dos años, ya que las empresas construyeron inventarios para satisfacer la demanda futura.
En cuanto a los costos, las presiones salariales se intensificaron, lo que llevó a un aumento récord en los costos laborales y contribuyó a un aumento renovado en los precios de los insumos en general.
Los precios de venta subieron en consecuencia, lo más desde finales de 2023, ya que las empresas recuperaron el poder de fijación de precios y buscaron trasladar los costos más altos.
A pesar de estas presiones, la confianza empresarial subió a su nivel más alto en dos años, reflejando expectativas optimistas para una demanda continua y una resistencia económica.