Las expectativas de inflación del consumidor en Australia aumentaron al 5.0% en junio de 2025 desde el 4.1% del mes anterior, marcando el nivel más alto desde julio de 2023.
La lectura más reciente sugiere que si bien la inflación subyacente ha vuelto al rango objetivo del 2-3% del Banco de la Reserva de Australia (RBA), se espera que la inflación general se acerque al extremo superior de esa banda a medida que se eliminan los subsidios energéticos.
Mientras tanto, los mercados laboral y de productos siguen ajustados, manteniendo la presión sobre los precios.
El banco central recientemente señaló la incertidumbre en torno a la política comercial global, advirtiendo que muchos escenarios podrían frenar la actividad económica y la inflación, con algunos potencialmente teniendo un gran impacto.
La inflación anual de Australia se mantuvo estable en el 2.4% en el primer trimestre de 2025, marcando un mínimo de cuatro años y manteniendo ese nivel durante tres trimestres consecutivos.
Sin embargo, el IPC recortado medio, una medida clave de la inflación subyacente, se situó en el 2.9%, su nivel más bajo desde finales de 2021 pero aún por encima del punto medio objetivo de la RBA.