El Banco de la Reserva de Australia mantuvo estable su tasa de efectivo en 3.85% durante su reunión de julio, desafiando las previsiones del mercado de un recorte de 25 puntos básicos.
La medida fue aprobada por mayoría de votos, con seis miembros a favor y tres en contra.
El banco central citó una perspectiva más equilibrada de los riesgos de inflación y la fortaleza del mercado laboral como razones clave para mantener la política actual.
Sin embargo, la junta permanece cautelosa sobre la perspectiva en medio de la incertidumbre en torno a la demanda y la oferta agregadas.
Los responsables de la política indicaron que esperarían más datos para confirmar que la inflación está en camino de regresar de manera sostenible al objetivo del 2-1/2%.
También enfatizaron que la política monetaria sigue estando bien posicionada para responder de manera decisiva en caso de que los desarrollos globales impacten significativamente la actividad doméstica o la inflación.
El RBA subrayó que permanecerá atento a los datos entrantes y a las evaluaciones de riesgo cambiantes, monitoreando de cerca las condiciones globales y financieras, las tendencias de la demanda doméstica y la perspectiva de inflación y el mercado laboral.