El Banco de Japón (BoJ) debe evaluar cuidadosamente el impacto del aumento de los precios de los alimentos en la inflación subyacente, que ahora se acerca al objetivo del 2%, afirmó el gobernador Kazuo Ueda en un evento organizado por el BoJ el martes.
"Estamos enfrentando otra ronda de choques de oferta en forma de aumentos en los precios de los alimentos", señaló, agregando que se espera que estos efectos disminuyan.
Ueda reafirmó la disposición del banco central para aumentar las tasas de interés si los datos refuerzan la confianza en la recuperación de la economía.
A pesar de los recientes aumentos en las tasas de interés y el fin de un programa de estímulo de una década, las incertidumbres globales, como los aranceles más altos de EE.
UU., han obligado al BoJ a revisar a la baja sus pronósticos de crecimiento.
Los responsables de la política aún anticipan que la inflación alcanzará gradualmente el 2% para el ejercicio fiscal 2027.
Sin embargo, Ueda advirtió que tanto los riesgos al alza como a la baja persisten, especialmente para los ejercicios fiscales 2025 y 2026.
Hizo hincapié en que el BoJ ajustaría su política en función de los datos entrantes, manteniendo un enfoque flexible "sin prejuicios".