El índice de precios al consumidor básico (IPC) de Japón, que excluye alimentos frescos pero incluye energía, aumentó un 3,1% interanual en julio de 2025, ligeramente por debajo del 3,3% en junio pero por encima de las expectativas del mercado del 3%.
La tasa de inflación básica también se ha mantenido muy por encima del objetivo del 2% del Banco de Japón, fortaleciendo las apuestas por otro aumento de tasas de interés este año.
Las persistentes presiones de precios, junto con el lento crecimiento de los salarios, han aumentado los llamados para un endurecimiento de la política.
En su reunión de julio, el BOJ elevó su perspectiva de inflación y señaló su disposición a un aumento para fin de año.
Aun así, el gobernador Kazuo Ueda adoptó un tono cauteloso, enfatizando que la "inflación subyacente" aún no ha mostrado una alineación estable con el objetivo del 2%.