El Índice de Confianza del Consumidor FGV-IBRE de Brasil, ajustado estacionalmente, aumentó 1.9 puntos hasta 86.7 en mayo de 2025, marcando el tercer incremento mensual consecutivo y el nivel más alto desde diciembre de 2024.
La mejora fue impulsada principalmente por una reducción del pesimismo respecto a la situación financiera actual de los hogares (84.0 frente a 81.1), junto con un modesto aumento en las expectativas para el futuro (89.1 frente a 88.1).
Según la economista de FGV, Anna Carolina Gouveia, la mejora generalizada en todos los grupos de ingresos refleja la resiliencia de la actividad económica en 2025.
Un mercado laboral fuerte ha ayudado a mantener el sentimiento, mientras que la inflación—aunque preocupante—se ha mantenido bajo control.
A pesar de las ganancias, el índice sigue por debajo del nivel neutral de 100 puntos, lo que indica que el sentimiento del consumidor sigue siendo pesimista en general.