El Índice de Confianza del Consumidor FGV-IBRE ajustado estacionalmente cayó 0.8 puntos a 85.9 en junio de 2025, poniendo fin a una tendencia alcista de tres meses y señalando una estabilización del sentimiento.
La disminución fue impulsada por percepciones empeoradas del presente, con la situación financiera actual del hogar cayendo 2.1 puntos a 72.5, y una ligera caída de 0.4 puntos en el Índice de Expectativas, a 88.7.
Mientras tanto, uno de sus componentes, la situación financiera futura de la familia, aumentó 1.2 puntos a 88.6.
Según la economista de la FGV Anna Carolina Gouveia, esta combinación —una revisión a la baja de las condiciones actuales, junto con preocupaciones persistentes sobre el presupuesto familiar, especialmente en vista de la deuda, las altas tasas de interés y la política monetaria restrictiva— refleja a un consumidor cauteloso, incluso cuando la actividad económica y el mercado laboral siguen siendo relativamente resilientes.
Como resultado, el índice permanece por debajo de la marca neutral de 100 puntos, indicando que el sentimiento del consumidor sigue siendo generalmente pesimista.