La tasa de inflación anual en Canadá saltó al 2.6% en febrero de 2025 desde el 1.9% del mes anterior, la más alta en ocho meses, superando ampliamente las expectativas del mercado del 2.2% y por encima del pronóstico del Banco de Canadá del 2.5%.
El aumento se debió principalmente al fin de las exenciones del impuesto sobre bienes y servicios (GST) y del impuesto armonizado (HST) a mitad del período, lo que provocó fuertes incrementos en el precio de los bienes elegibles.
En consecuencia, la inflación se desaceleró notablemente para los restaurantes (-1.4% vs -5.1% en enero) y las bebidas alcohólicas de las tiendas (-1.4% vs -3.6%), impulsando al subíndice de alimentos a repuntar significativamente (1.3% vs -0.6%).
Los precios también repuntaron para la ropa y el calzado (1.4% vs -1.3%) y se aceleraron para recreación, educación y lectura (3.7% vs 1.9%).
Desde el mes anterior, el fin de los créditos fiscales llevó al IPC a aumentar un 1.1%, el mayor incremento desde mayo de 2022.