El Índice de Precios de los Alimentos de la FAO subió un 0,5% a 128 puntos en junio de 2025, manteniéndose cerca de los máximos alcanzados en abril de 2023.
Los precios aumentaron un 2,3% para los aceites vegetales, reflejando precios más altos para el aceite de palma, colza y soja, que compensaron con creces una ligera disminución en los precios del aceite de girasol.
Además, el costo de la carne subió un 2,1% para alcanzar un máximo histórico, impulsado por precios más altos en todas las categorías de carne, excepto aves de corral.
Asimismo, el costo de los lácteos aumentó un 0,5%, con la manteca registrando el mayor aumento mensual del 2,8% hasta un nuevo récord, impulsado por la persistente escasez de suministros en Oceanía y la UE, junto con una fuerte demanda de importaciones de Asia.
Por otro lado, los precios de los cereales cayeron un 1,5%, alcanzando un nuevo mínimo desde septiembre de 2020.
Los precios mundiales del maíz cayeron bruscamente por segundo mes consecutivo, a medida que el aumento de los suministros estacionales en Argentina y Brasil intensificó la competencia en los principales orígenes de exportación.
Además, el costo del azúcar disminuyó un 5,2% para alcanzar el nivel más bajo desde abril de 2021, debido a las mejores perspectivas de suministro en los principales países productores.