El saldo neto mensual de nuevos pedidos de la Confederación de la Industria Británica (CBI) cayó a -29 en marzo, desde -28 en febrero, muy por debajo de su promedio a largo plazo de -13, lo que indica dificultades continuas en el sector manufacturero del Reino Unido.
Las fábricas británicas informaron una desaceleración, con el aumento de impuestos y salarios en abril afectando el sentimiento.
Sin embargo, algunas empresas se están beneficiando de un aumento esperado en el gasto en defensa en toda Europa.
Las expectativas de producción de los fabricantes para los próximos tres meses cayeron a territorio negativo, descendiendo a -2 después de alcanzar un máximo de tres meses de +8 en febrero.
Ben Jones, economista principal de la CBI, señaló que, aunque sectores como el aeroespacial y la defensa muestran fortaleza, muchos fabricantes aún enfrentan libros de pedidos débiles.
Las preocupaciones sobre los próximos aumentos en las contribuciones a la seguridad social y el salario mínimo han hecho que los clientes sean reacios a comprometerse con inversiones de capital.
Los pedidos de exportación mejoraron, pero se mantuvieron por debajo del promedio a largo plazo.